DIOS TE LLAMA
¿Qué pasa cuando Dios te llama? ¿Será que Dios te saca de un lugar a otro para arruinarte? ¿O te llama a una responsabilidad para avergonzarte? En la Biblia tenemos muchos ejemplos del llamado de Dios a los hombres, pero en medio de este llamado siempre se percibe un propósito para con el siervo. Lamentablemente como seres humanos no hemos logrado entender el plan de Dios al instante. “Dios llamó a Noé advirtiendo de una destrucción venidera sobre la tierra y para que anuncie tal mensaje a sus contemporáneos” (Gen 6,13)[1]. “De la misma forma llamó a Abraham a abandonar su tierra natal, para llevar a una tierra desconocida y de en medio estaba la promesa de formar una gran descendencia de él” (Gen 12, 1–2; 13, 14 al 16).
Más adelante en el mismo libro de Génesis se puede notar que, mediante el llamado hecho a José logra salvar a toda una nación y a las naciones de su alrededor, de la hambruna que aconteció en aquella época; y de esa manera un pueblo idolatra pudo ver el poder Dios manifestado en su siervo (Gen 41, 25 al 57). Se podría contar de muchos más; así como de Gedeón, Ester, Débora, Sansón, David, Isaías, Elías, etc. Que Dios los llamó a renunciar al mundo porque tenía un plan para la vida de cada uno de ellos y mediante estos para aquellos que escuchaban el mensaje proclamado. También hay que reconocer que ha estos hombres que los llamó nunca los soltó a la deriva en la misión, al contrario, los capacito y los instruyó para que aprendan a vivir una vida de dependencia y fe en ÉL, en este mundo hostil.
Por el mismo hecho unos siglos más adelante Pablo recalca la vida de estos hombres y mujeres entregados/as a Dios de la siguiente manera: “Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto y aceptado con gusto desde lejos, confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que dicen tales cosas, claramente dan a entender que buscan una patria propia “(Hebr 11, 13–14).
Ahora en esta época (s. XXI) Dios sigue llamando a hombres y mujeres para anunciar su Palabra con un mensaje especial a esta generación y mediante este llamado Dios tiene un plan, tanto para el siervo y para aquellos que escuchan el mensaje y aceptan a Cristo como su único salvador. Para esta vida de servicio y piedad, Dios nos capacita y nos instruye como se dijo anteriormente, para que cada día nos asemejemos a Cristo. En este tramo de viaje es muy importante considerar que el lugar más feliz de la tierra es donde Dios quiere que estemos[2]. Este viaje no es fácil cuando lo trazamos por nuestra propia cuenta olvidándonos de Dios, porque ÉL es el único que nos puedo otorgar fuerza y firmeza sobre el enemigo que cuan león rugiente anda alrededor buscando a quien devorar (1 Pedr 5, 8). Así como Noé y Abraham, etc. Debemos aprender la dependencia total de nuestro Dios mientras vivos en este mundo, y recordemos siempre que cuando Dios nos llama; los problemas, las amenazas y las dificultades, solo están presentes para probar nuestra fe y fortalecerlos. Sin embargo, Dios en su sabiduría infinita todo lo planifica para bien (Rom 8, 28).
[1] Santa Biblia, la Biblia de las Américas (La Habra, California 90632: Copyringht, 2007). Todas las citas de la Biblia proceden de esta misma versión.
[2] Ellena G. White, Patriarcas y Profetas (Florida Oeste, Buenos Aires: ACES, 2007), 76.